domingo, febrero 07, 2010

todo lo que queda

no quedan tesoros en el mar,
vengo cansado de besar ranas,
todas las princesas de este bar
sólo son sirenas que me escaman.

bebo al grito de "no pasarán!"
y me hacen coros las ambulancias,
te he olvidado por no molestar,
busco el tres por dos en las farmacias...

y siento
que eres una fiesta, tan perfecta
como una imperfección...
y pienso
que eres la respuesta, tan resuelta
que no tienes solución...
que no tienes solución...

y ahora todo lo que queda,
lo que queda por vivir
es una puerta que entra
y dos ventanas de salir...


tropiezo en la misma piedra
cada vez que pienso en ti,
busco en todas las botellas
mensajes por descubrir...


eres sonriente,
como una bella durmiente,
impaciente cuando esperas por mi,
yo soy la versión prudente
de tu príncipe valiente,
mordiente, porque te veo venir...

y siento
que no siento nada, porque sólo caminaba por ti
muy lento
y tan acelerada fue mi boca cuando dijo que sí...

y ahora todo lo que queda,
lo que queda por vivir
es una puerta que entra
y dos ventanas de salir...
tropiezo en la misma piedra
cada vez que pienso en ti,
busco en todas las botellas
mensajes por descubrir...




demasiado tiempo sin publicar nada, y hace meses que caí en la cuenta de que el otro blog lo había dejado abandonado en la misma fecha del año anterior, 14 de mayo... así que voy a intentar recuperarme poco a poco

y ya con el tema que nos toca.

hace años entendí que antes de saber a quién queríamos besar a lo mejor nos tocaba besar algunas ranas. y a veces no tenemos el momento ni para besar ranas, sólo espacio para nosotros y ya está. y te asalta esa duda de que parece que te quieren liar a cualquier precio. y no, porque hoy aún no toca, y porque lo tienes todo para que me fije en ti, pero lo vas a estropear por aparecer en el momento equivocado y aún no lo sabes... y yo aún no sé que el día menos pensado estaré acordándome de ti, pensando razones por las que te dejé escapar.

puta-mierda-de-intuiciones-de-los-cojones

y ahora todo lo que queda
lo que queda por vivir
es una puerta que entra


y dos ventanas de salir...


porque no era una intuición




era una profecía