lunes, septiembre 16, 2013

la soledad

hace días que te quiero hablar,
ya es imposible disimular,
me he sentado en la barra a esperarte...
te he llamado para quedar
y ya estás tardando en contestar,
quizá no hayas visto los mensajes...

no veo la hora de quedar contigo a solas...

si veo que tardas en llegar
actuaré con naturalidad,
le echaré la culpa al tráfico y los coches...
pensaré una excusa para dar
por si alguien me viene a preguntar,
ya verás como hoy me dan la noche...

la soledad
era la excusa para los demás 
rodando por los bares...
la soledad
era la excusa para los demás
cuando llegabas tarde...

llevo ya dos horas de reloj,
ya me ha visto hasta el apuntador
mirar los mensajes en el móvil,
tus amigos han llegado ya 
y les he escuchado comentar
que te han visto con un chulazo en el coche...

¿no habría otro sitio donde ir?
y será por bares en madrid,
que aquí todo el mundo te conoce...
con el pretexto de ir a llamar
lo que hago es buscar otro bar
donde no me toquen los cojones...

la soledad
era la excusa para los demás 
rodando por los bares...
la soledad
era la excusa para los demás
cuando llegabas tarde...





algunas veces hacemos las canciones como un encargo, y éste es un buen ejemplo. en el micro abierto del libertad 8 nos ponen deberes, y esta vez teníamos que hacer una canción que se llamara "soledad". lo que no me apetecía era hacer un tema de estos super tristes y caer en todos los topicazos, así que decidí enfocarlo de otra manera y no hablar de la soledad como una sensación, sino como una excusa...

porque las personas nos ponemos excusas como "no hago esto o aquello porque no tengo tiempo"

y las repetimos hasta que nos las creemos 
y se vuelven una verdad indiscutible. 

esto pasa también con la soledad. cuando dejamos una relación podemos necesitar un tiempo de estar con nosotros mismos o con amigos, pero no siempre nos apetece empezar algo nuevo...

entonces ese tipo de soledad es la cura que necesitamos

y podemos contestar "estoy solo, super a gusto, muy de puta madre". y hasta es verdad.

el problema es que esas situaciones tienen fecha de caducidad, 
y llega un momento en que alguien nos empieza a interesar y nos damos cuenta

entonces es cuando empezamos a dar excusas porque lo de antes de que estamos de puta madre ya no nos vale, porque no nos engañamos ni a nosotros mismos...

y de eso habla, de cuando la soledad deja de ser una solución y se convierte en una excusa

y es una excusa mala
pero no tenemos otra


.

sábado, agosto 10, 2013

ésta no es una canción de amor

Me dijiste "baila esta canción"
y seguí los pasos de tus botas, 
que estos besos cuentan para nota, 
me subiste a tu habitación...

Luego nuestra voz descarriló 
a punto de rozarnos la boca, 
nos dimos calor a quemarropa 
y perdimos el control...

Si quieres invéntate un motivo, 
pero no me vale que has bebido, 
esa excusa me la inventé yo...
ahora sé que no fue buena idea,
y tú gritas "sálvese quien pueda",
somos carne de canción...


Quizá todo aquello fue un error, 
cuando yo salí por esa puerta 
fingiste que no estabas despierta, 
te diste la vuelta en el colchón...

No nos dimos ni una explicación, 
pero ya no busco una respuesta, 
no caía en la cuenta de que ésta 
no es una canción de amor...

Si quieres invéntate un motivo, 
pero no me vale que has bebido, 
esa excusa me la inventé yo...
ahora sé que no fue buena idea,
y tú gritas "sálvese quien pueda",
somos carne de canción...

No nos dimos ni una explicación, 
pero ya no busco una respuesta, 
no caía en la cuenta de que ésta 
no es una canción de amor...








a lo mejor el problema es que crees que tú no eres así. 

pero eso no deja de ser otra excusa más a la hora de la despedida... siempre he creído que la diferencia entre estar seguro de hacer algo (o no) es lo cómodo que te encuentres despertándote al lado de esa persona al día siguiente. esta es una teoría tan buena y tan mala como cualquiera, aunque a mí me convence bastante.

pero hoy no te encuentras con ganas de poner excusas... las cervezas sólo consiguen que te deshinibas pero no justifican que volvieras cuatro veces al local después de conocerla. así que sí, que hoy puedes admitir que a veces eres débil, que te tomaste la última copa porque así dejabas de pensar en lo que iba mal


o que te sientes solo...

lo malo de todo esto es que a la mañana siguiente te sentías más solo todavía.

así que te fuiste sin despedirte. ella se dio la vuelta en la cama haciéndose la dormida y evitando la torpeza de un beso de hasta luego que nunca sabes cómo dar. a esa hora del amanecer en que es demasiado tarde para el amor. demasiado temprano para el deseo. a la hora del nunca más y del no vuelvo a beber. 
pero tranquilo. por suerte a ella tampoco la vas a hacer llorar. hoy no. bastante tendréis con las miradas distantes y los saludos avergonzados de cortesía, de no pasa nada, de que, si no me lo preguntan, también yo pienso olvidarlo.


"esta canción no habla de amor... ella estaba tan sola como yo..." (L.R.)





viernes, junio 14, 2013

alma de cowboy

yo era solo un pobre perdedor,
infeliz con alma de cowboy
y, cuando te vi, cambió mi suerte...
tú eras la más guapa del Oeste
y no supe decir no...

siempre eras el centro de atención,
todos los muchachos del Salón
bailaban al ritmo de tus balas...
a veces los besos se disparan,
y apuntan al corazón...

reina de los clubes de extrarradio,
lolita armada con pintalabios...
y zapatos de tacón...

eres solo un tren que se me fue,
te he olvidado con otra mujer,
cosí tus ausencias a balazos...
maté tu recuerdo a cañonazos,
ahora no quieras volver...

todas las tardes, al caer el sol,
me batía en duelo por tu honor,
y ahora todos tiemblan si me nombran...
más rápida que mi propia sombra
y con más muescas que un colt...

me volviste un fuera de la ley,
te perdió la pista el pony express,
y ahora solo el croupier me da cartas...
guardas siempre un as en cada manga,
porque no sabes perder...

nunca  hacías disparos de advertencia,
un día subiste a una diligencia
para desaparecer...

eres solo un tren que se me fue,
te he olvidado con otra mujer,
cosí tus ausencias a balazos...
maté tu recuerdo a cañonazos,
ahora no quieras volver...







irrumpiste en el saloon abriendo las dos puertas de un golpe. tu silueta se dibujaba a contraluz y los presentes te buscaron con la mirada.  todos se detuvieron, y hasta el pianista dejó de tocar, como advirtiendo el peligro de tu llegada.
en la barra el camarero, limpiaba los vasos. pero en cuanto te acercaste a él se apresuró a servir tres golpes de tequila... 
entonces, decidí que no iba a abandonar la partida. volví a mirar las cartas, y de pronto una pareja de reyes no me parecía tan mala mano. así que me la jugué. veo tus diez y subo otros veinte. y mira por dónde, me salió bien. 
recogí las ganancias y me dirigí a la barra. aparté dos buitres que te sobrevolaban y me pedí un trago, y "otro de lo que esté bebiendo" para la señorita. tú me diste las gracias con un movimiento de cabeza y apartaste la mirada, pero te quedaste cerca, dejándote querer. recogiste el vaso con la mano izquierda, cerraste los ojos y lo apuraste de una.

en aquel momento no supe verlo. siempre que ganas una partida al poker tienes esa sensación de que eres invencible. no distingues el miedo en los rostros que te rodean, y no haces caso de las advertencias del ciego de la entrada, que sí pudo verlo: el peligro en cada gesto tuyo que me hipnotizaba, en las medias que adornaban tus encantos. el revolver de dos balas del calibre 22 que escondías bajo tu falda...

tú me contaste tu vida en aquel bar, y yo me creí hasta el último trago de amargura de tu historia. y bebí hasta alcanzarte, para gastarme contigo cada centavo que gané aquella noche.

recuerdo que seguí pagando rondas. pasaron las horas y la gente fue abandonando el lugar y volviendo para sus madrigueras. recuerdo su gesto, que entonces creí envidia por el que se lleva la chica, pero ahora sé que eran miradas de advertencia. recuerdo que te ofrecí mi mano para bajar las escaleras de la entrada y que me agarraste fuerte, como buscándome (pensé), como si necesitaras que yo te acompañara a casa aquella noche. agarraste mi mano como si quisieras que me sintiera fuerte, importante. invencible.

me despertó la ventana abierta golpeada por el aire de la madrugada. tú ya te habías ido. apenas me dejaste la arena del desierto, el dolor de cabeza por los tragos a destiempo y los recuerdos que llegaban como golpes, repasando cada momento desde que entraste en mi vida y en ese bar. ya no tenía dinero. ni chica. 

y ahí fue cuando aprendí la lección: 

nunca bajes la guardia. 

nunca pierdas de vista a tu adversario. 


nunca le des la mano 

a un pistolero zurdo




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lunes, mayo 20, 2013

cuando vuelvas a madrid

lo que tú siempre quisiste
es todo lo que yo nunca fui...
no sé si fue lo que me dijiste,
pero fue lo que entendí...
se me hizo tarde,
¿a qué hora llegabas a madrid...?
y tú te cansaste 
de esperarme y decidiste huir...

Busqué una salida
e intenté llamarte, entonces vi
llamadas perdidas
y un  mensaje "me tengo que ir".
siempre lo estropeo,
nunca he sido bueno para ti...
si encontrara el medio
viajaría en el tiempo
al momento en que te conocí...

hoy no voy a llegar tarde,
no voy a ninguna parte,
hoy me quedo por aquí...
hoy me tocará esperarte,
no te olvides de llamarme
cuando vuelvas a madrid...

compraré un Delorean viejo,
en alguna parte lo leí...
llenaré el salpicadero 
de excusas para hacerte reír...
y antes de que nuestra imagen
en las fotos se empiece a extinguir,
cuando estalle la tormenta
llegaré a ciento cuarenta
y un rayo me llevará hasta ti...


hoy no voy a llegar tarde,
no voy a ninguna parte,
hoy me quedo por aquí...
hoy me tocará esperarte,
no te olvides de llamarme
cuando vuelvas a madrid...


hoy no voy a llegar tarde,
hoy me tocará esperarte a mi...

cuando estalle la tormenta
llegaré a ciento cuarenta
y un rayo me llevará hasta ti...

saldré corriendo del baile
y antes de que nuestra imagen
en las fotos se empiece a extinguir

hoy no voy a llegar tarde,
hoy no voy a llegar tarde,
hoy no voy a llegar tarde,
hoy no voy a llegar tarde...



cuando pasan cosas que deterioran una relación es muy difícil que todo vuelva a ser como al principio

cuando has llegado tarde tantas veces
ya has agotado todas las excusas posibles
ya has decepcionado todo lo que podías decepcionar

no somos siempre nosotros el bueno...

entonces, un día metes la pata del todo, y sabes que ya no hay marcha atrás. y ya puedes gritar o subirte por las paredes, lo único que te queda es el pataleo. y tampoco sientes que tengas derecho a él

porque cuando lo estropeas es cuando empiezas a valorar lo que has perdido, y comprendes que la única manera de que todo volviera a ser como antes, es que todo lo malo nunca hubiera pasado...

y ahí es cuando haces lo único que puedes hacer. comprar un Delorean.

porque si vamos a hacer una máquina del tiempo... por qué no hacerlo con estilo...?